Con la idea de profundizar en cada uno de los adjetivos de esta definición, el pasado diciembre comenzamos una serie de artículos. Hoy, nos centramos en la cercanía. La proximidad es la base del modelo de ciudades de 15 minutos y territorios de 45 minutos, que busca que todas las personas puedan acceder a lo necesario para una buena calidad de vida en un paseo a pie o en bicicleta.
En sus años de investigación como catedrático de la Sorbona de París, el acuñador del término Ciudad del cuarto de hora, Carlos Moreno, ha definido seis funciones vitales que el modelo urbano tiene que satisfacer: la vivienda, el trabajo, el abastecimiento, la educación, la salud y el ocio. Para hacerlo, se hace necesaria una huída de la zonificación importada de Estados Unidos en las últimas décadas que separa las áreas comerciales, residenciales y de trabajo. En gran medida, este giro supone una vuelta a los principios de compacidad y usos mixtos de la ciudad mediterránea.
Al acercar los servicios a las personas, se reduce la necesidad de desplazamientos en vehículo motorizado. Esto contribuye a la mejora no solo de la salud del planeta, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, sino de la salud de la población, mejorando la calidad del aire y facilitando una vida más activa.
Poner el foco en la proximidad supone redistribuir las jerarquías a la hora de la planificación, transfiriendo el protagonismo de los vehículos privados a las personas. El espacio público puede dejar de ser así un lugar de paso para convertirse en un lugar de encuentro, facilitando las oportunidades para la vida en comunidad y una mayor cohesión social.
La apuesta por la cercanía tiene el potencial de generar beneficios económicos a nivel local, fomentando el comercio de proximidad. Pero además, cuando hablamos de proximidad, nos referimos también al aprovechamiento y revalorización de los recursos de la zona, descubriendo nuevas oportunidades de negocio en una economía circular y descarbonizada. Aquí los municipios tienen un gran papel que jugar, ya que la compra pública puede actuar como un gran generador de demanda y redirigir los mercados hacia modelos de negocio más sostenibles, como están demostrando 7 ciudades pioneras en el proyecto City Loops, centrado en la revalorización de los recursos locales en los sectores de la construcción y de la biomasa a través de la compra pública y la colaboración público-privada.
¿Utopía o realidad?
En París, de la mano de Carlos Moreno, la Alcaldesa Anne Hidalgo está impulsando una gran transformación de la ciudad hacia el modelo de los 15 minutos. Muchas ciudades del mundo han cogido el testigo y están trabajando en la misma dirección: desde Milán a Singapur u otras que llevan décadas explorando el modelo como Portland o Melbourne.
En España, además de las experiencias de fomento de la movilidad activa de Pontevedra y otras ciudades, se empiezan a ver multitud de nuevos desarrollos o proyectos de regeneración urbana basados en la idea de proximidad: el barrio biodinámico de Lugo o el distrito Castellana Nuevo Norte en Madrid son solo unos ejemplos.
Durante 2022, el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación social colaboró con un grupo interdisciplinar de profesionales para aprovechar la experiencia e inteligencia colectiva de nuestro país para crear una Guía Hacia Ciudades de 15 minutos Territorios de 45 minutos que ayude a los municipios españoles a transicionar hacia el modelo. En la guía se exponen buenas prácticas y herramientas divididas en temáticas de vivienda, espacio público, salud y cuidados, educación y cultura, trabajo y comercio local, con el objetivo de inspirar a que cada municipio transponga el modelo a su propia realidad.
Proximidad y equilibrio territorial
Una de las mayores críticas al modelo de ciudades de 15 minutos es que su implementación supone el riesgo de incrementar las desigualdades sociales. Es importante, por tanto, señalar que la apuesta por la proximidad tiene que ir de la mano de una apuesta por el equilibrio territorial. No se trata de generar núcleos privilegiados aislados, sino de un sistema policéntrico y diverso de muchas ciudades de 15 minutos y territorios de 45 minutos interconectados. Para ello, es necesario apostar por una planificación estratégica y metropolitana, que tenga en cuenta las interrelaciones con los territorios colindantes. El acceso a la vivienda y la descentralización de los servicios son también clave para anticipar y mitigar efectos indeseados como procesos de gentrificación, como exploraremos en el último artículo de la serie.
El Foro NESI y sus colaboradores apuestan por la proximidad como estrategia de diseño y transformación de barrios, pueblos y ciudades, para que las personas puedan disfrutar en cercanía de todos los servicios necesarios para una buena calidad de vida. Apuestan también por la proximidad aplicada al diseño de circuitos cortos que imiten la naturaleza en la gestión de recursos clave como el agua, la energía, la alimentación o los residuos, en una economía descarbonizada, circular y regenerativa.
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