Claremont Park ocupa 2 hectáreas de las 20 de espacios verdes que tiene el proyecto del barrio de Brent Cross Town. Se inauguró en primavera de 2022 y desde entonces se ha convertido en un punto de encuentro multigeneracional que funciona durante las cuatro estaciones. Claremont Park ha sido reinventado como un espacio verde floreciente con instalaciones deportivas y de juego imaginativas, fuentes de agua relajantes, senderos naturales, un quiosco y un espacio para instalaciones efímeras de arte.
Es un espacio para que niños y adultos se reúnan, se mantengan activos, exploren la naturaleza y se relajen. El parque alberga eventos y talleres gratuitos durante todo el año y ha sido diseñado como un espacio social donde se prioriza la mejora de la conectividad, la accesibilidad y la inclusión.
La concepción del parque corrió a cargo de Related Argent y del London Borough of Barnet, buscándose un equilibrio entre ‘jugabilidad’, sostenibilidad, compromiso social, mantenimiento y ganancia neta de biodiversidad. La idea conceptual para el parque es la creación de un Bosque Urbano.
El diseño final del parque es el resultado de la colaboración multidisciplinar de Ingenierías, ecólogos, biólogos, artistas plásticos y de tres estudios de paisajismo: Townshend Landscape Architects, HTA Design y Estudio MIX Paisajismo.
La ‘jugabilidad’ como pilar fundamental
Uno de los cimientos de Claremont Park es la ‘jugabilidad’, prestándose especial atención a la relación entre juego y salud física y mental, el valor de cada uno de los elementos de juego y la provisión de juego para todas las edades. A la hora de diseñar espacios de juego, las directrices a seguir son las marcadas por Play England, organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es “que Inglaterra sea un país amigo de los niños, donde niñas, niños y jóvenes tengan libertad para jugar en casa, en la escuela, en parques y espacios públicos”.
El parque ofrece tres grandes zonas de juego con equipamientos y amplias zonas para juego en la naturaleza (incidental and natural play). Los elementos de juego fueron diseñados por Erect Architecture.
Las zonas con equipamientos ofrecen elementos de juego para niños de diferentes grupos de edad. De 0-3 años el juego requiere de la interacción del adulto, con elementos y espacios como columpios sencillos, juegos de arena y agua o de elementos naturales como palos, flores, animales y pájaros.
Los diferentes elementos de juego se anidan en un entorno de arbolado nuevo y existente que proporciona un efecto inmediato de juego en la naturaleza. Más allá de las zonas con equipamientos, el camino que recorre la zona noroeste del parque (Discovery Trail) ofrece la oportunidad de una interacción directa con el mundo vegetal y animal, estimulando todos los sentidos.
De 3-7 años, los elementos de juego ya están más dirigidos por los adultos, realizando una labor de vigilancia pasiva. La zona de juegos de agua y arena son uno de los atractivos principales para este rango de edad junto con algunos elementos de juego como columpios y pequeños laberintos escalables.
De 7-12 años, aparecen elementos nuevos en el plan de juego como las bicicletas, monopatines, juegos de pelota y juegos grupales entre otros. Las zonas dedicadas a baloncesto adquieren relevancia y atraen a un pequeño porcentaje de este grupo de edad.
El área de juegos de Water Meadows, diseñada por los especialistas en construcción Erect Architecture y Duncan & Grove, se encuentra en el centro del parque. Aquí se proporcionan estructuras de escalada dinámicas y los juegos acuáticos que están inspirados en el río local Brent.
De los 12+ en adelante, las zonas más visitadas son aquellas que permiten las reuniones grupales de amigos y los deportes de equipo. La zona de kiosko, el embarcadero, los bancos en la zona de bosque, las canchas de baloncesto y el skatepark, se convierten en importantes focos de atracción.
De manera transversal, a lo largo de todos los rangos de edad el parque ofrece una interacción directa con el entorno natural, estimulando todos los sentidos, incluído el del gusto, ya que dentro del parque existen plantaciones con frutos y flores comestibles (Morus nigra, Malus sylvestris y Lonicera periclymenum entre otros). Cambios estacionales, especies con floración aromática, texturas variadas y árboles con hojas que ondean al viento son algunas de las experiencias que ofrece el parque.
El bosque urbano y los ecotonos
La idea conceptual del parque es la de crear un bosque urbano que sirva como refugio tanto a fauna salvaje como a los seres humanos, con un funcionamiento lo más autónomo posible en cuanto a mantenimiento y al ciclo natural del agua. La parcela en la cual se creó el parque contenía una pequeña zona boscosa, que se utilizó de base para el desarrollo del parque, consiguiendo crear desde el inicio una pequeña zona con un carácter similar al del bosque urbano deseado.
Como en cualquier bosque, la transición entre espacios de carácter vegetal diferenciado genera ecotonos, entendiéndose estos como el solapamiento de dos sistemas biológicos colindantes.
El diseño de Claremont recrea en cierta medida el funcionamiento de un bosque natural, generándose ecotonos entre las zonas de plantación diferenciadas: zonas arboladas densas, claros con zonas de pradera natural, espacios de plantación arbolada ligera con un estrato arbustivo más variado, zonas inundables, espacios ataluzados etc.
Los cambios en la vegetación ayudan también a la generación de vistas a través del parque, añadiendo profundidad y amplitud en algunos casos y tamizando impactos visuales en otros casos.
Plantación arbustiva
Las plantaciones arbustivas se dividen en mezclas específicas para cada una de las zonas del parque. Todas ellas se caracterizan por: ofrecer interés a lo largo del año; contener más del 40% de especies de hoja perenne, y ser especies de bajo mantenimiento y duración de vida media larga, conteniendo además un alto porcentaje de especies autóctonas y de especies que sustentan a polinizadores, avifauna y pequeños mamíferos.
La mezcla asociada a las zonas de acceso al parque contiene especies autóctonas (rápido recordatorio de que nos encontramos en el Reino Unido) como Luzula nivea, Galium odoratum, Aster divaricatus y Primula veris, entre otras, junto con especies ornamentales como Libertia grandiflora, Astrantia Roma o Thalictrum delavayi.
Una gran parte de la plantación del parque se compone de semillados de praderas que se recortan a intervalos diferentes a lo largo del año. Las praderas estilo césped se han enriquecido con una mezcla de especies valiosas para la biodiversidad, contrastando con las praderas tradicionales de césped que contienen muy poca variedad de especies, siendo en algunos casos monoespecíficas.
Rodeando las praderas se encuentran la pradera de mezcla de flor autóctona y la pradera diseñada específicamente para el parque que contiene especies autóctonas y ornamentales. Ninguna de ellas se riega de forma automatizada y, al igual que en el resto de los parques londinenses, pueden llegar a agostarse en épocas de sequía prolongada.
El uso de praderas de flor o praderas naturalizadas se ha convertido en una constante en las propuestas de Estudio MIX Paisajismo para espacios verdes en el Reino Unido en los últimos diez años como sustitución o complemento a las praderas de césped tradicional. Es importante que estas praderas contengan grupos de especies arbustivas perennes y caducas, para la creación del estrato arbustivo, presente en los bosques autóctonos del país.
En estas zonas de praderas naturalizadas encontramos espacios dedicados a los bulbos primaverales y otoñales. De manera constante a lo largo de Claremont Park grupos de bulbos naturalizados emergen entre finales de invierno y comienzos de primavera. Entre las especies presentes en el parque encontramos Tulipa saxatilis, Tulipa turkestanica, Narcissus peoticus y Leucojum aestivum. Los bulbos constituyen uno de los elementos fundamentales de cualquier gran parque en el Reino Unido, anunciando con su floración el inicio de la primavera y la llegada de los días más largos.
Rodeando las diferentes zonas de juego, la plantación gana también en ‘jugabilidad’, mostrando texturas, forma, aroma y color de la mano de especies como Geranium Dreamland, Pinus mugo, Pennisetum alopecuroides ´Hameln, Cornus serícea o Tymus serphyllum, entre otras. Se busca no sólo el estímulo de los cinco sentidos, sino también crear la sensación de estar jugando en la naturaleza, por lo que las plantaciones arbustivas se apoyan de ejemplares de arbolado igualmente estimulantes con una variedad de especies de hoja caduca y perenne como Pinus sylvestris o Sorbus aucuparia.
A lo largo del perímetro sur del parque encontramos la zona más densa y salvaje de este bosque urbano. Aquí encontramos una mezcla única de especies arbustivas autóctonas que trabajan con las especies arboladas para generar un auténtico paraíso para avifauna, polinizadores y pequeños mamíferos. Entre ellas encontramos Crataegus monogyna, Cornus sanguínea, Corylus avellana, Euonymus europaeus, Rosa canina, Taxus baccata, Viburnum lantana, etc.
En esta zona se encuentra también un ‘seto de biodiversidad’ que tamiza las vistas desde el parque hacia los jardines traseros de las casas circundantes. La introducción de este seto ha transformado un problema de impacto visual en una oportunidad más para apoyar el fomento de la biodiversidad en el parque.
A lo largo de la franja noroeste del parque y en el entorno del estanque, la plantación arbustiva se compone de especies marginales y acuáticas, encontrándose ejemplares de Caltha palustris, Eupatorium cannabinum, Filipendula ulmaria, Iris pseudacorus, Myosotis escorpioides, Mentha aquatica etc. Esta franja es el elemento vertebrador del sistema SUDS del parque.
Implementación de los SUDS
Los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) se han incorporado en el parque a través de la creación de una zanja naturalizada y un lago. A lo largo de la franja noroeste del parque una zanja naturalizada recoge las aguas de escorrentía de esta zona, permitiendo su percolación hacia el subsuelo y conduciendo el excedente hacia el lago, que actúa como una gran balsa de captación de agua de escorrentía.
La función del lago es de filtración y atenuación, permitiendo una descarga paulatina del excedente de agua a la red general de pluviales. La zanja naturalizada está plantada a lo largo y ancho de su sección, con zonas inundables que contienen vegetación que desaparece durante las épocas de sequía primaveral o estival.
Los árboles del bosque
Arbolado de gran porte, árboles de pequeño porte, especímenes de gran calibre, especímenes jóvenes, arbolado multi tronco, especies perennes, especies caducas, de flor, de fruto, autóctonas y ornamentales. Todas ellas conforman la paleta arbolada propuesta por Estudio MIX Paisajismo para Claremont Park, con más de 320 árboles que constituyen el elemento vertebrador de este parque.
La sensación de introducirse en un bosque se produce en cada una de las diferentes entradas del parque, atravesando pequeños bosquetes de arbolado autóctono multi tronco que dan paso a zonas más abiertas en algunos casos y de arbolado más denso en otros.
Es a lo largo del perímetro sur donde se encuentra la mezcla más representativa de este bosque urbano. Aquí se han plantado ejemplares de Acer campestre, Malus sylvestris, Prunus avium, Quercus robur, Sorbus torminalis, Sorbus aucuparia y Prunus padus, entre muchos otros. Los visitantes que deciden caminar esta zona se encuentran con una masa boscosa que se acerca y se aleja del camino, cruzándolo en ocasiones, abriendo y cerrando vistas a través del parque.
Dos años después de su inauguración, el parque ha evolucionado de manera excelente. Las plantaciones arboladas, arbustivas, acuáticas y de pradera se han establecido rápidamente y el parque ha experimentado no solamente la visita de las personas residentes en el entorno, sino también la llegada y establecimiento de pájaros, polinizadores, ardillas, erizos, polillas, mariposas, zorros y un sinfín de animales que han hecho de Claremont Park su nuevo hogar en la ciudad de Londres.
Accesibilidad, comunidad y arte
Más allá de las oportunidades de juego, relajación y encuentro entre residentes que ofrece Claremont Park, el diseño del parque viene acompañado de la creación de un pabellón que sirve de sala de exhibiciones y eventos para los residentes. Se trata de un espacio de uso polivalente que da la bienvenida al parque a los visitantes que acceden por la zona Este. La accesibilidad universal está presente en el parque, que se recorre a lo largo de caminos adaptados que salvan los desniveles con rampas en lugar de con escaleras.
Además de la escultura permanente de la artista Hanna Benihoud, Claremont Park también ha acogido desde su apertura exhibiciones temporales de jóvenes artistas, convirtiéndose en una plataforma de apoyo a las artes.
Autores: Xoan Pérez, María Barceló e Isabel Wrench., de Estudio MIX.