Existen desigualdades socio espaciales entre distintas calles de un mismo barrio y entre distintos barrios de una ciudad. Estudios recientes muestran, por ejemplo, que la esperanza de vida entre los habitantes de diferentes barrios de una ciudad puede variar en aproximadamente 7 años, siendo -en términos generales- los barrios ricos los que tienen una mayor esperanza de vida en relación con los barrios más pobres.
Estas diferencias tienen un origen multifactorial. Sin embargo, diversos estudios indican que las características físicas del entorno -directamente relacionadas con la planificación urbana, pero también con la asignación de recursos públicos para su gestión urbanística a través de la dotación de equipamientos urbanos, zonas verdes y accesibilidad, entre otros- juegan un papel fundamental en la determinación de la salud de las personas. De tal manera que la propia dinámica de la planificación urbana -sin una perspectiva de equidad- constituye en sí misma un acelerador de las desigualdades sociales en las ciudades.
Una relación similar se expresa en las desigualdades encontradas entre los habitantes urbanos y rurales de un mismo territorio. La falta de oportunidades económicas, así como las diferencias en relación con la seguridad y los servicios públicos entre los habitantes del medio rural y urbano, se consideran los principales motores que impulsan la migración del campo a la ciudad y la urbanización como fenómeno universal.
Frecuentemente, los procesos de concentración de la población conducen a un aumento de la inversión pública en las zonas urbanas, incrementando las desigualdades, y acelerando así un círculo vicioso que conduce a procesos más complejos, como el despoblamiento, el envejecimiento y la feminización del medio rural, frente a los fenómenos que se dan en las ciudades. La desigualdad también se expresa claramente entre los distintos territorios. En el caso español, por ejemplo, el PIB per cápita de las comunidades autónomas más ricas prácticamente duplica al de las menos ricas.
El programa se iniciará con una presentación introductoria y a continuación se celebrarán cuatro sesiones en las que se abordarán cuestiones relacionadas con diferentes aspectos de la desigualdad en el territorio y el papel de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como ruta orientadora y de la Nueva Agenda Urbana como aceleradora para alcanzar la sostenibilidad y no dejar a nadie ni ningún lugar atrás.
Los debates se organizarán en cuatro bloques: tres sesiones temáticas compuestas por una ponencia principal, seguida de una mesa redonda, y una cuarta sesión planteada como un diálogo entre diversos agentes.
Sesión 1: Abordando la brecha social: una mirada desde el territorio y la ciudad
Sesión 2: Territorios equilibrados: prosperidad y oportunidades en el continuo urbano-rural
Sesión 3: Ciudades más sostenibles: inclusión social y equidad
Diálogo: Un nuevo contrato social para lograr territorios y ciudades más sostenibles y cohesionados