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declaración de LUCI

La red LUCI lanza una declaración para definir el futuro de la iluminación urbana

Una iluminación urbana eficiente, con bajo impacto ambiental y que piensa en la seguridad y la salud de las personas es básica para que una ciudad camine hacia la sostenibilidad y el bienestar humano. La Red Internacional para la Iluminación Urbana (LUCI) acaba de publicar una interesante Declaración orientando a las ciudades sobre estos aspectos. Actualmente, LUCI agrupa más de 70 ciudades de todo el mundo.

La iluminación es una herramienta fundamental para la movilidad, la economía, la cultura y la cohesión social de las ciudades: esto ha hecho que surjan estrategias, proyectos y eventos de iluminación urbana en torno a la luz.
Pero en el contexto de la crisis climática y energética, hay  ahora una mayor conciencia sobre la contaminación lumínica y los impactos de la luz en la biodiversidad y la salud humana.

Resulta importante considerar la luz como un bien público valioso que se debe usar con cuidado en el momento adecuado y en el lugar oportuno. El desafío es promover un espacio público inclusivo, accesible para todos los ciudadanos después del anochecer para mejorar la seguridad y el confort de los espacios públicos, para fortalecer la identidad local y el desarrollo económico, mientras se minimiza la huella ambiental y ecológica de la luz.

En esta perspectiva, la red LUCI establece 7 objetivos principales en su Declaración, que se resumen a continuación:

La iluminación Net Zero

La iluminación puede ayudar a las ciudades a alcanzar los objetivos de emisiones netas cero de GEI de las Naciones Unidas para 2050, siempre que se comprometan a reducir las emisiones durante el proceso de producción, operación y mantenimiento del alumbrado público. Si bien reemplazar las fuentes tradicionales con LED de mayor eficiencia energética es un paso adelante innegable, no es suficiente. Las ciudades deberán adoptar estrategias de eficiencia energética: planes maestros de iluminación sostenible, prevención de la iluminación exterior excesiva, estrategias para reducir la intensidad de la luz, iluminación solar. Cuando sea socialmente aceptable, se debe considerar la ausencia de luz en ciertos momentos y en ciertas áreas. Asimismo, los criterios de elección de los equipos de iluminación tendrán que considerar todo su ciclo de vida.

Minimizar la contaminación lumínica

Es un problema global creciente. La contaminación lumínica afecta a todas las especies sensibles, ya sean humanos o vida silvestre. Para la red LUCI, es necesario reexaminar las políticas de iluminación actuales y promover escenarios de iluminación personalizados que satisfagan las necesidades de las ciudades con la menor cantidad de luz posible.
Estrategias viables pueden mitigar el impacto ambiental de la iluminación: reducir el número de fuentes, reducir el tiempo que la iluminación está encendida, reducir la intensidad y estrechar el espectro, particularmente al limitar el uso de la luz azulada producida por los LED blancos y «fríos».

Apoyando la salud y el bienestar

Las estrategias de iluminación urbana están diseñadas para equilibrar los requisitos de seguridad y protección con la necesidad de promover la salud y el bienestar de los habitantes de la ciudad. En su Declaración, la red LUCI invita a las ciudades a prestar atención a la investigación sobre el impacto de la iluminación en nuestra salud mental y en los ciclos de sueño y vigilia, para garantizar que la iluminación urbana tenga el menor número posible de efectos negativos sobre nuestra salud.

Además, debe apuntar a fortalecer los vínculos entre las personas y los lugares que comparten, ayudando a crear ambientes seguros, cómodos y atractivos que a su vez promuevan la salud y el bienestar de los habitantes.
Esto también significa desarrollar colaboraciones más estrechas entre los diseñadores de iluminación y los planificadores urbanos y tratar la vida nocturna y diurna por igual a lo largo del proceso de planificación urbana.

Avanzando a través del diálogo público-privado

Si bien la iluminación privada puede contribuir positivamente al paisaje urbano nocturno, también puede ser una fuente adicional de contaminación, especialmente a través de anuncios luminosos. Ante esto, pueden ser efectivas medidas preventivas como el establecimiento de pautas claras para el diseño público o regulaciones que limiten el nivel de iluminación.

También es importante colaborar más con los actores del sector privado puede ayudar a mejorar la iluminación urbana. De hecho, un mejor diálogo entre los municipios y las oficinas de diseño, los fabricantes de iluminación y los proveedores de servicios puede permitirles comprar equipos, programas y servicios en adecuación real a las necesidades.

Aprovechar todo el potencial de la participación comunitaria

La participación ciudadana es una verdadera palanca para la aceptación y realización de los proyectos de alumbrado público, en la medida en que ofrece la posibilidad a los habitantes de apropiarse de los proyectos y permite integrar aguas arriba la diversidad de sus necesidades y expectativas.

Aprovechar el poder transformador del arte de la luz

Ya se trate de la valorización del patrimonio a través de la luz, la instalación temporal o permanente de obras de arte en el espacio público, la luz es un fuerte vector de identidad para las ciudades. También ofrece oportunidades para unir a los ciudadanos, tanto literal como figurativamente. Es interesante seguir explorando estos nuevos modos de expresión artística, que dan la oportunidad de probar nuevos conceptos urbanos y experimentar con nuevas dimensiones del espacio urbano.

Creando sinergias más allá de la iluminación

El alumbrado urbano juega múltiples roles en la ciudad, entrelazados con otras políticas urbanas (ciudades inteligentes, políticas nocturnas, etc.). Como tal, para la red LUCI, estos deberían vincularse mucho más estrechamente y estar más sujetos a sinergias, incluso en términos de financiación.
Del mismo modo, disciplinas que contribuyen a la planificación urbana sostenible, como las ciencias sociales, las tecnologías de la información y la comunicación, la planificación urbana (Fuente LUCI).

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