Sociólogos, filósofos, antropólogos, economistas, psicólogos, abogados, arquitectos, urbanistas, ciudadanía, autoridades, …. trabajan desde hace años sin descanso para alcanzar el objetivo común de diseñar ciudades que se ajusten a lo que vamos a necesitar: ciudades para vivir. No queda mucho tiempo y todos somos responsables de hacer esta transición hacia la nueva ubicación lo más eficiente, sostenible y humana posible.
Sobre muchas áreas, conceptos o pensamientos de las nuevas ciudades puedo hablar como ciudadano o usuario, pero sobre qué es lo que necesitamos para que una ciudad sea sostenible desde el punto de vista de la edificación, mis más de 15 años trabajando con materiales de construcción y soluciones constructivas y siendo responsable para EMEAA de la división de Soluciones Urbanas de una compañía líder en materiales de construcción, creo que pueden ayudar. Resumo en este decálogo cómo entiendo que deben ser los edificios del futuro. Edificios que deben ser, en todo caso, para las personas.
- En primer lugar, los edificios tienen que construirse para ser resilientes y durar en un mundo en el que la climatología y los factores atmosféricos van a ser cada vez más extremos, y donde -como desafortunadamente estamos experimentando- podremos enfrentar nuevas pandemias. Construyámoslos siempre pensando en la seguridad y la resiliencia necesarias para proteger a las personas.
- Deben ayudar a respirar aire limpio, reduciendo los niveles de CO2 que genera su construcción y sobre todo aquellos emitidos durante el ciclo de su vida, con materiales adecuados que optimicen el aislamiento, integren la vegetación y eventualmente puedan incluso absorber emisiones nocivas
- Nuestro parque de viviendas y edificios deben ser eficientes desde el punto de vista energético con el objetivo de que consuman lo que produzcan o incluso generen excedentes, minimizando las variaciones térmicas que hoy nos limitan (no en vano el 40% del consumo energético actualmente en la UE procede de los edificios y la envolvente o el aislamiento -e.g. con morteros especiales de calidad- serán claves).
- Los edificios deben aprovechar siempre la energía gratuita que nos ofrece el planeta y la orientación de las construcciones para obtenerla es importante. Ha llegado el momento -y la tecnología de materiales lo permite- de que nuestros edificios dejen de ser consumidores para convertirse en generadores.
- Deben integrar la economía circular tanto en su uso como en su construcción y demolición: el agua de sebe reutilizar, los residuos se separarán y gestionarán desde el mismo origen y se recuperarán para su posterior uso. Los edificios se construirán pensando en su reciclabilidad futura, para que puedan ser convertidos en otras infraestructuras al final de su vida útil. La economía circular debe estar presente en nuestros edificios al igual que en nuestras vidas.
- Deben ser en altura en lo posible, porque consumen menos energía, menos agua, menos suelo y menos recursos… todas aquellas cosas que ahora, más que nunca, tenemos que ahorrar.
- Deben incorporar la tecnología, contando con sensores que se incorporarán a la estructura de la construcción y nos permitirán monitorizar y actuar de forma enfocada e inteligente sobre información -data- real … de cara a hacer las edificaciones más saludables, eficientes y vivibles.
- Deben ser asequibles y accesibles sin reducir ni calidad ni confort, para poder alojar a los millones de nuevos ciudadanos que esperamos en las principales ciudades. Si la población urbana alcanzará el 70% de los habitantes del mundo en 2050 hay que poner en marcha ya soluciones constructivas y viviendas más rápidas de construir… que sean -al menos- igual de resistentes, duraderas y seguras. Los nuevos sistemas constructivos -como la construcción industrializada y modular- redundarán sin duda en menores costes y plazos de ejecución.
- Tienen que atender necesidades básicas del ser humano, estar diseñados para poder desarrollar múltiples actividades (multiusos) la educación, sanidad, vivienda, ocio, servicios básicos…como ha quedado patente en los últimos meses de confinamiento
- Los edificios deben ser inclusivos, pensando en sus habitantes y siendo adaptables a las diferentes necesidades y etapas de la vida, porque en la ciudad cabemos todos, (jóvenes, diferentes tipos de familias, tercera edad, discapacitados, coches, niños, sillas, carritos de bebé, etc. ).
Asegurar que nuestras edificaciones sean realmente para las personas y cuenten para ello con estas características -porque así lo están requiriendo ya las ciudades de hoy, y ciertamente será un imperativo para las de mañana – representa sin duda un reto muy relevante, fundamental para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Cumplir con estos estándares -mediante la renovación de los edificios actuales, así como mediante una nueva construcción responsable- implicará reconocer la necesidad de trabajar intensamente no como entes aislados sino como un Ecosistema coordinado de múltiples actores, a lo largo de la vida del edificio, en su diseño, en la selección de materiales, en la forma de construirlo, en la manera de vivirlo y adaptarlo, y finalmente a la hora de su reutilización.
En CEMEX estamos ciertamente comprometidos con contribuir de una manera relevante, con nuestra amplia oferta de soluciones de urbanización sostenible, a un desarrollo y construcción sostenible de cada edificación …y de las ciudades en las que se enmarquen (foto: Seven Storm).
Autor: Marcelo Catalá Espinosa. Vicepresidente de Urbanization Solutions de CEMEX EMEAA