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Miradas Urbanas

Transitando

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El impacto de las infraestructuras verdes en la ciudad de Madrid

Los investigadores del Grupo Transitando nos traen en este artículo  más resultados del proyecto de investigación «Evaluación de la infraestructura verde de Madrid: hacia una mejora de las políticas municipales para la resiliencia socio-ecológica», subvencionado por el Ayuntamiento de Madrid, cuyos avances previos han sido publicados también hemos publicado en nuestra web.

Autores: Marta Suárez Casado, Amaia Rieiro Díaz y David Alba Hidalgo, investigadores de Transitando.

La resiliencia socio-ecológica no puede ser directamente “creada” pero se puede fomentar mediante factores como la diversidad, la autonomía y autosuficiencia, la gobernanza policéntrica, la cohesión social, la innovación y el aprendizaje… También contemplando factores transversales como la escala temporal, la escala espacial y la justicia socioambiental. Desde Transitando hemos desarrollado esta metodología para la estimación del impacto de políticas públicas en la resiliencia socio-ecológica de la ciudad, que puede aplicarse en la evaluación y seguimiento de planes, programas y proyectos en ejecución o ejecutados, y también en diseño e implementación de nuevos documentos marco.

Para evaluar el impacto en la resiliencia de las políticas del Ayuntamiento de Madrid, identificadas en las anteriores fases de nuestra investigación, se propone como herramienta principal un sistema de indicadores que aportan información sobre los factores que la favorecen. Se valora, para cada una de las veintiuna políticas analizadas, en qué grado presentan acciones concretas que puedan hacer aumentar o disminuir estos factores de la resiliencia, medidos en esa treintena de indicadores, conformando un Índice de resiliencia global para cada una de las políticas evaluadas.

Para la construcción de este índice se ha conducido una consulta a personas expertas en los campos de resiliencia urbana, infraestructura verde, servicios de los ecosistemas, políticas públicas, justicia ambiental e indicadores de sostenibilidad. Paralelamente se han georreferenciado seiscientas veinte actuaciones concretas derivadas de las políticas analizadas, con el objetivo de conocer quiénes son las potenciales personas beneficiarias dichas actuaciones, diferenciando características socioeconómicas de la población como edad, nacionalidad, nivel de ingresos y nivel educativo.

Los resultados de la evaluación realizada por el equipo de Transitando arrojan un valor medio del índice de resiliencia de todas las políticas de 4,32 en una escala de -10 a 10, en el que el -10 significa que no fomenta la resiliencia y el 10 que la fomenta en su totalidad. Así, ese índice medio representa un impacto moderadamente positivo en la resiliencia socio-ecológica de la ciudad. Seis de las veintiuna políticas presentan un índice superior a 6 puntos, que refleja un impacto notablemente positivo. Por el contrario, otras seis presentan un índice inferior a 2 puntos, siendo la menor puntuación de 0 puntos, correspondiente a un impacto neutro. Así, las políticas evaluadas no suponen una reducción de la resiliencia, si bien, unas la fomentan más que otras.

Observamos también diferencias en la contribución de las políticas a los factores que favorecen la resiliencia, siendo los aspectos más favorecidos la innovación y el aprendizaje, con incorporación de acciones de carácter formativo, el impacto temporal de las políticas y la justicia socio-ambiental, fomentada por un esfuerzo en la distribución equitativa de la infraestructura verde y en un acceso equitativo a sus beneficios. Por el contrario, mediante estas políticas públicas se ven menos favorecidas la autonomía y autosuficiencia, en relación con la falta de atención al balance de provisión y demanda de servicios ecosistémicos, o la gobernanza policéntrica, pues no termina de producirse una gestión compartida y coordinada de las intervenciones en la infraestructura verde.

Impacto de las 21 políticas analizadas

En la Figura 1 representamos las 21 políticas analizadas reescaladas según su mayor o menor impacto en la resiliencia urbana. Se observa que de los tres planes estratégicos principales identificados,  el Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad presenta un impacto notablemente positivo en factores como diversidad, innovación y aprendizaje y justicia socio-ambiental, con un menor impacto en la cohesión social, de manera análoga al Plan Director de Zonas Verdes y el Plan A. El Plan Estratégico de Descentralización Municipal, no contemplado previamente como uno de los principales, destaca con un alto índice de impacto.

Esto es debido en parte a la importancia de la descentralización de las zonas verdes impulsada por esta política en la gobernanza policéntrica, a los nuevos canales de participación ciudadana que promueve y a programas incluidos como los Equipos de Actuación Distrital y Planes Integrales de Barrio (PIBA), que favorecen las redes sociales de apoyo mutuo y el sentimiento de pertenencia. El Plan Estratégico de Regeneración Urbana Madrid Recupera favorece la justicia socio-ambiental por el carácter policéntrico y redistributivo de sus actuaciones, centradas en los barrios más vulnerables y periféricos. Dos programas que emanan de este plan destacan por su alto impacto en la resiliencia socio-ecológica.

El programa de Itinerarios Habitables presenta, dentro de su estrategia de conectividad, acciones que pueden mejoran la innovación social, la educación y las redes sociales de apoyo mutuo, como son ajardinamientos participativos, cuidados compartidos de zonas verdes, diagnósticos con perspectiva de género, apoyo a iniciativas ciudadanas, inclusión de las vecinas y vecinos en la toma de decisiones,  aplicación de medidas de accesibilidad universal e inclusividad,  así como acciones que pueden mejorar la innovación técnica, incluidas en su estrategia bioclimática para el espacio público. El programa MICOS por su parte fortalece también la cohesión social mediante la modificación de los entornos escolares planteada en torno a  procesos de co-creación entre los diferentes usuarios de los patios y accesos escolares junto con los redactores de los proyectos.

Impacto por distritos y características socio-económicas de la población.

Las seiscientas veinte actuaciones derivadas de las políticas identificadas se clasifican en una serie de noventa y dos categorías que son evaluadas con la herramienta del Índice de Resiliencia desarrollado, obteniendo un valor por cada distrito. Al estudiar la relación de estos valores con diferentes variables socio-económicas de la población, obtenemos que exclusivamente se da una correlación positiva y significativa con el indicador de porcentaje de personas con bajo nivel de estudios.

Este resultado lo podemos interpretar como la confirmación del esfuerzo plasmado en las políticas de realizar un reequilibrio territorial en el municipio de Madrid, ya que aquellos distritos con un mayor porcentaje de personas con bajo nivel de estudios se corresponden con los distritos con un mayor Índice de Vulnerabilidad. Como se puede observar en la Figura 2, este reequilibrio de actuaciones con un impacto positivo en la resiliencia urbana no se da exactamente de un lado al otro de la “diagonal de la desigualdad” Noroeste-Sureste que divide la capital, debido a la necesidad de intervención en Infraestructura Verde periurbana en la zona Norte también, sino que se focaliza sobre todo en un reequilibrio centro – periferia.

 

 

Figura 1. Impacto en la resiliencia socio-ecológica urbana de las políticas para la mejora de la infraestructura verde del Ayto. de Madrid (2015-2019). Ver Tabla 5 de este capítulo. Los círculos de tamaño grande en verde oscuro representan aquellos planes, programas o proyectos con un valor superior a 6 en el índice de resiliencia. (El Programa de Itinerarios habitables, con un tamaño ligeramente mayor es la única con un valor del índice superior a 7).  Los círculos de tamaño medio en verde turquesa representan aquellos planes, programas o proyectos que con un valor superior a 4,5 e inferior a 6 en el índice. Los círculos de tamaño pequeño, fondo blanco y borde verde representan aquellos planes, programas o proyectos con un valor superior a 2 e inferior a 4.5 en el índice. Los círculos de tamaño pequeño, fondo blanco y borde negro representan aquellos planes, programas o proyectos con un valor superior a 0 e inferior a 2 en el índice. Las flechas discontinuas verdes representan la relación entre los planes estratégicos principales; las flechas verdes indican de qué planes derivan determinados programas o proyectos; las líneas de puntos representan las relaciones entre diferentes planes, programas y proyectos. Fuente: Elaboración propia.

 

Conclusiones y recomendaciones para asignaturas pendientes.

 Como ya se había detectado previamente, la infraestructura verde de Madrid está siendo contemplada en numerosas políticas. Aparece de forma transversal y como uno de los elementos principales para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Como aspectos a mejorar, destacamos que los diagnósticos de los que se parten se basan principalmente en datos puramente cuantitativos, echándose en falta un análisis más profundo en términos de provisión y demanda de servicios ecosistémicos y de vivencia real de la sociedad ante estos elementos.

Los servicios ecosistémicos de abastecimiento resultan una asignatura pendiente, limitando la autosuficiencia y autonomía.  Si bien el abastecimiento de agua, energía, materiales o alimentos no se suele realizar en el centro de las ciudades, cuanto mayor es la distancia con el lugar de provisión de esos servicios, la ciudad consume más recursos y es más dependiente de otros ecosistemas. Por ello las grandes zonas verdes periurbanas resultan claves. Futuros proyectos en la malla verde, especialmente en los límites municipales, no deben olvidar la necesidad de reducir la demanda de agua para las plantaciones mediante la correcta elección de las especies arbóreas o la utilización de redes de agua regenerada; tampoco la recuperación de los usos agropecuarios y su potencial en la producción de energía renovable. Debería ser esencial también el papel de la red de huertos urbanos más allá de su importancia en la creación de redes vecinales comunitarias, sino como verdaderos abastecedores de comida, tal y como se ha evidenciado en la reciente crisis económica por el COVID-19.

Un problema detectado es la insuficiente información sobre el grado de ejecución de las actuaciones derivadas de las políticas, necesaria para poder confirmar su impacto real. Son esenciales vías de financiación transparentes, locales y seguras, no dependientes del circuito económico global, que garanticen la consecución de los objetivos planteados sobre papel y los acompañen desde el comienzo de la redacción de los proyectos. A este respecto, a través de las entrevistas a agentes clave, se comprueba la dificultad de coordinación entre áreas de gobierno municipales participantes, y la necesidad de una inclusión efectiva de otras instituciones públicas, coincidiendo estos mismos retos con las conclusiones de informes sobre políticas públicas que realiza, por ejemplo, el Instituto de Derecho Local de la UAM. También se evidencia que, al aparecer dificultades, muchas veces es la parte social de lo planificado la que primero se cancela, priorizando la ejecución técnica y descartando la participación ciudadana o relegándola a testimonial. Siendo la cohesión social un factor clave para conseguir ciudades resilientes, es fundamental que las actuaciones en la infraestructura verde partan de las necesidades de la población. Destaca en este sentido el programa de los Equipos de Actuación Distrital, que ha permitido el cuidado compartido del entorno urbano en diferentes barrios de la ciudad, incluyendo acciones de jardinería vecinal en zonas verdes por parte de personas vulnerables o en riesgo de exclusión social en coordinación con acciones comunitarias de entidades del tercer sector locales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2. Índice de resiliencia y porcentaje de población con bajo nivel de estudios por distrito. Las variables están clasificadas siguiendo el método de clasificación de saltos naturales (Jenks). Fuente: Elaboración propia

 

 

Cuando hablamos de espacio público, en este caso de la red de espacios libres urbanos que constituyen la mayor parte de la Infraestructura Verde Urbana, nos encontramos, en un plano abstracto, en la esfera pública, que se refiere, entre otras cosas, al espacio donde el ser humano se vuelve sujeto político, transformando el espacio donde se ejerce la autoridad en el espacio desde donde se ejerce la crítica al poder.

El esfuerzo por realizar evaluaciones rigurosas sobre las políticas y actuaciones que se realizan en este espacio del bien común podría llevarnos en la dirección de alcanzar una suerte de “certificaciones” de calidad o de “resiliencia socio-ecológica urbana”, de manera análoga a como se viene realizando con productos o edificios. No debemos sin embargo caer en una ilusión tecnocrática sobre aquello que son al fin y al cabo decisiones políticas, en especial cuando nos encontramos de lleno en la dimensión social del tejido urbano. Esta investigación asume que para analizar la repercusión de una actuación de mejora de la infraestructura verde urbana en los servicios ecosistémicos culturales debemos acercarnos al medio físico y a las personas que lo transitan, y así hemos actuado en el estudio de caso de la renaturalización del río Manzanares. El equipo evaluador ha estado conformado por tres personas, y los resultados representan, por tanto, el consenso de sus interpretaciones tras el estudio de las políticas en cuestión y las entrevistas a agentes clave, contribuyendo como investigadores y consultores. Para llevar a cabo un proceso de evaluación sobre resiliencia urbana completo, sería necesaria la participación de múltiples agentes (personal técnico, responsables políticos, ciudadanía, etc.) en diferentes fases de análisis colectivo, con la posibilidad de utilizar esta herramienta.

Si bien este proyecto se centra en la resiliencia general ante cualquier cambio conocido o desconocido que pueda acontecer, es necesario realizar estudios parciales sobre la resiliencia frente a perturbaciones conocidas a las que la ciudad en cuestión es más vulnerable. La reciente crisis de salud, económica y de cuidados originada por la pandemia del COVID-19, ha evidenciado que es necesario complementar el Análisis de vulnerabilidad frente al cambio climático de la ciudad de Madrid y los estudios sobre la vulnerabilidad y desigualdad territorial existentes con un acercamiento a la realidad de los cuidados de la ciudad, a su desigual reparto y al papel beneficioso de la infraestructura verde en los cuidados y la salud.

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Transitando es una cooperativa de trabajo asociado que, a través de la investigación y la educación, trabaja para transitar hacia ciudades más sostenibles, habitables y resilientes. Partimos, para ello, de la base que nos da la ecología para comprender los entornos urbanos, sin olvidar el resto de disciplinas. Actualmente formamos parte de ella David Alba, Marta Suárez, Jorge Cerezal, Marta Hernández y Amaia Rieiro, autores de los artículos de este espacio, en el que compartimos reflexiones, herramientas y propuestas para transitar hacia una ciudad sostenible.
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