Aunque la ciudad canadiense de Calgary siempre ha tenido mucho que ofrecer, en 2007 el barrio de East Village no era un lugar al que se pudiera ir de noche. La primera vez que el equipo de Broadway Malyan visitó Calgary, el taxista del aeropuerto se negó a ir. “Por múltiples razones, esa parte de la ciudad se había quedado atrasada y el resultado era una zona castigada por la pequeña delincuencia y el comportamiento antisocial”, explica Phil Bonds, director de Planeamiento de Broadway Malyan.
Ya en 1941 un director médico de Calgary describió East Village como un ‘Skid Row’ (barrio marginal) con abundancia de casas mal construidas y la proliferación de “contrabandistas y burdeles” en sus calles. Debido a ello, en la década de los 60 del pasado siglo la población disminuyó un tercio y, a pesar de los intentos por superar esa reputación, el esfuerzo cayó en saco roto.
Sería a principios del siglo XXI cuando las instituciones y las comunidades locales se dieron cuenta del potencial del barrio por estar ubicado junto al río y adyacente al centro de la ciudad. Ese lugar era demasiado importante como para dejarlo morir.
Pero esa voluntad ciudadana de regeneración requería fuertes inversiones. East Village ocupaba tierras bajas frente a dos ríos de anchos cauces y ello le hacía propenso a inundaciones durante los deshielos de primavera y verano. Por ello, se hizo imperativo elevar sus cotas y generar bordes defensivos para proteger grandes áreas. Otro de los puntos fuertes sería actuar sobre la infraestructura de transportes mejorando la accesibilidad al distrito e implantando servicios públicos de mayor calidad y capacidad.
La importancia de un enfoque regenerativo
La ciudad de Calgary identificó East Village como parte de su nuevo Distrito de los Tres Ríos y creó un mecanismo de financiación para regenerar este problemático barrio. Se estableció una partida presupuestaria para su revitalización constituida por impuestos inicialmente destinados al desarrollo de oficinas en el centro de la ciudad. Esos fondos se desviaron a financiar infraestructuras de apoyo como defensas contra inundaciones, puentes, nuevas plantas de servicios públicos, mejoras del paisaje urbano y del espacio público.
La iniciativa fue liderada por la Calgary Municipal Land Corporation (CMLC), nueva entidad pública independiente creada en 2007 cuyo único accionista era la ciudad de Calgary. La CMLC estaba constituida por una Junta Mixta con miembros de los sectores público y privado, y liderada por el alcalde de Calgary que coordinaba la inversión en el Distrito de los Tres Ríos (200 hectáreas con East Village en el centro).
Una de las primeras acciones de la CMLC fue poner en marcha un concurso internacional para crear un Plan Maestro para East Village en el que Broadway Malyan fue invitada a participar. “Al llegar encontramos un río majestuoso, el histórico edificio del Fuerte Calgary, el característico centro de la ciudad, el ambiente de pueblo de Inglewood, todo muy cerca del aeropuerto, un lugar con un potencial ilimitado”, afirma Phil Bonds, quien también recuerda que “en nuestra primera visita, nos reunimos con la CMLC para entender plenamente sus ideas y objetivos, y rápidamente empezamos a esbozarlos desde nuestro punto de vista europeo aplicando principios de sostenibilidad y creando nuevos espacios dentro de un entorno urbano compacto y conectado. Ahora, con la perspectiva del tiempo, nos damos cuenta de lo cerca que estaban aquellos primeros bocetos de lo que fue el Plan final”.
Broadway Malyan ganó el concurso y recibió el encargo de desarrollar el concepto para un Plan de Reurbanización del Área (PRA), un plan maestro reglamentario que fue evolucionando con las continuas aportaciones de las partes interesadas.
Los edificios históricos se protegieron y se convirtieron en símbolos del carácter local en el centro de las nuevas áreas cívicas, residenciales y de usos mixtos diseñadas para reactivar las calles. Se generaron gran variedad de espacios urbanos y rutas peatonales que conectaban el área comercial de la ciudad con sus hasta entonces infrautilizados parques ribereños. Ejemplo de ello fue el vínculo que conectó East Village con Stampede Grounds, dando la bienvenida a un millón de visitantes anuales que disfrutarían de las nuevas instalaciones y servicios de la zona.
La visión de Broadway Malyan se apoyaba en un estudio de mercado que señalaba que los objetivos del plan eran necesarios para crear un núcleo urbano sostenible que supiera conectar la rica historia del distrito con un espacio público vibrante y transitable que diera nueva vida a esta parte del río y generara un estilo de vida centrado en una oferta cultural contemporánea.
El Plan de Reurbanización del Área de Broadway Malyan para East Village fue aprobado en 2008, cubría 50 hectáreas para una población residente de 12.000 personas y contaba con paseos junto al río, plazas urbanas, un parque insular natural y jardines comunitarios. Este espacio público resultaba enmarcado por los edificios históricos preexistentes y otras obras de arquitectura de nueva construcción como la Biblioteca Central o el Centro Nacional de Música.
Las fachadas renovadas de las calles se animaron con tiendas, bares, cafés y restaurantes, hoteles boutique e instalaciones comerciales para definir el nuevo barrio cultural en el centro de la ciudad que atraería nuevas inversiones y visitantes 24 horas del día los 7 días de la semana, y que, hoy por hoy, es considerado uno de los barrios más exitosos de América del Norte.
La inversión de la CMLC en este Plan Maestro consiguió que la mayor parte de las parcelas junto con el río se vendieran para su reurbanización a desarrolladores de Vancouver, Edmonton y Toronto.
La inversión en puntos de referencia cívicos, la intensa programación de actividades culturales y la proximidad a una Línea de Tránsito Rápido Ligero (LTR) consolidaron este proyecto de usos mixtos que en años subsiguientes iría demandando ampliaciones y se exportaría a otras zonas degradadas de Calgary y de la provincia entera.
«Nuestro Plan Maestro buscaba crear una marca personal para la ciudad que fuera exportable», añade Phil Bonds. “El enfoque hacia una visión evolutiva del proyecto ayudó a crear una narrativa del barrio que iba a cambiar percepciones profundamente arraigadas en la ciudadanía. Tomamos todo en cuenta; tipologías, actividades, usos intermedios y marca. Lo reunimos todo en un enfoque unificado de diseño gráfico que ha perdurado hasta el día de hoy”.
La importancia del espacio público
A medida que evolucionaba la regeneración de East Village, los usos intermedios se convirtieron en parte importante de la activación del distrito. El antiguo mercado de pescado se transformó en un centro de arte temporal y sus espacios abiertos se utilizaron para clases de yoga, mercadillos callejeros y conciertos al aire libre. Una antigua gasolinera se convirtió en tienda minorista y, posteriormente, dio paso a una cancha de baloncesto comunitaria.
“El espacio público es la pieza fundamental del éxito de este proyecto. Es lo que le da a East Village su vitalidad y habitabilidad. Es donde el pueblo y la ciudad pueden vivir, donde la gente se reúne y se establecen las conexiones”, explica el director de Broadway Malyan. “Al comienzo de nuestro trabajo, este era un distrito con una pobreza muy significativa. Eso nos hizo pensar en la necesidad de construir parques infantiles, recintos para perros y jardines comunitarios para que las personas pudieran reunirse. Nuestra intención siempre fue crear algo diverso y auténtico, alejado de la homogeneidad que vemos tan a menudo en los espacios públicos”.
Hoy en día, East Village tiene una población de 4.000 personas, una tercera parte de lo proyectado por el Plan Maestro. La caída de esta masa poblacional se ha debido a una inundación inesperada en junio de 2013, la pandemia de Covid y el enfriamiento del mercado inmobiliario.
La necesidad de un buen Plan Maestro
Pese a ello, Calgary está de nuevo en auge. Su mercado de oficinas comerciales está repuntando y las políticas de aumento poblacional de Canadá observan el interés de nuevos residentes por establecerse en esta ciudad. Y en ese escenario de crecimiento, el Plan Maestro diseñado por Broadway Malyan sigue dictando la visión y los códigos urbanos en aspectos fundamentales como el tamaño de las parcelas, la densidad de población, la orientación de las fachadas, el cálculo de las sombras y la importancia de la proximidad, todo para generar un núcleo de habitabilidad con el mínimo impacto climático.
Los nuevos desarrollos que han tenido lugar de entonces hasta ahora siguen el criterio de fomentar la transitabilidad del espacio, con rutas peatonales animadas por fachadas y actividades de usos mixtos. Siguen vigentes las mismas consignas que han convertido East Village en uno de los barrios más deseados de Calgary. La más importante es hacer que la vida en esa parte de la ciudad sea una experiencia agradable y práctica, que las necesidades de todos los grupos demográficos se encuentren satisfechas y que se genere una gran experiencia cultural.
La imprescindible diversidad
Poco a poco y con paso firme, East Village ha ido evolucionado de ser un distrito deprimido a ser un ente mucho más diverso e integrador. «Cuando comenzamos, descubrimos que había una variedad de personas de todo origen que querían participar en la comunidad. Elegimos comenzar por personas solteras o jóvenes profesionales porque eran los más felices de vivir en un entorno urbano vanguardista y porque aportaban nueva vida y vitalidad al distrito. Desde entonces, estos grupos se han abierto a otros más familiares y a personas más sedentarias”, explica Bonds. “Así, East Village ha evolucionado hasta convertirse en una comunidad mixta y sostenible que disfruta de una nueva habitabilidad en un distrito renacido y de fácil acceso al resto de la ciudad”.
Además de ser una comunidad residencial en crecimiento, East Village es ahora uno de los barrios más visitados de Calgary y de Canadá en general, porque conserva intacta su audaz visión a pesar de todas las dudas y el escepticismo expresados por ciertos sectores.
Estamos hablando, por ejemplo, de la nueva Biblioteca Central de Calgary, considerada por algunos un riesgo cuando se inauguró en 2018. Por suerte, no ha sido así y desde entonces ha recibido más de tres millones de visitantes y forma parte de uno de los 100 mejores lugares para visitar en Canadá, elegidos por la revista Time.
Pero más allá de estos modernos componentes arquitectónicos, East Village es reconocida por edificios históricos rediseñados que le dan un carácter muy especial. El elemento más importante es el Edificio Simmons, una fábrica de colchones de principios del siglo XX que ahora resurge como destino gastronómico de Calgary y punto de referencia visual y cultural para quienes pasean por el River Walk.
Respeto ambiental
Otro referente de la regeneración de edificios históricos es la Isla de San Patricio, una reserva natural de 12 hectáreas que es un santuario de paz y tranquilidad en el centro de la ciudad rodeado por las claras aguas del río Bow. El parque cuenta con kilómetros de senderos para caminar y montar en bicicleta, una plaza y un anfiteatro. Es sede de muchos de los eventos del animado programa cultural anual de East Village. También es el hogar t de más de 450 especies y plantas, y ejemplifica el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad ambiental y el deseo de disfrutar de los abundantes recursos naturales que la rodean.
La sostenibilidad medioambiental ha sido un valor fundamental en la regeneración de East Village como demuestra la Planta de Calefacción de Enmax que recoge el calor residual de la actividad industrial para recanalizarlo a hogares y negocios en todo el distrito.
La importancia del legado
“El Plan Maestro y el enfoque visionario de East Village han demostrado su capacidad de mantenerse en el tiempo. Las percepciones han cambiado y las nuevas generaciones de residentes y visitantes siguen creyendo en el atractivo de este distrito”, añade Bonds.
Se trata de un proyecto con un modelo de desarrollo a escala humana que aprovecha su entorno natural y es un ejemplo de buenas prácticas por su rica combinación de usos y relaciones humanas. En East Village, Calgary ha demostrado que se puede transformar un distrito degradado hasta convertirlo en catalizador del conjunto de la ciudad, ya que ahora está reconocida como una de las urbes más habitables del mundo, según un estudio de la revista The Economist (2024) que evaluó 173 ciudades del mundo según cinco categorías: estabilidad, atención médica, educación, cultura, medio ambiente e infraestructura. Calgary se situó entre las 10 mejores.
Autor: Alun Thorne,
Head of Public Relations en Broadway Malyan
Edición y traducción; Eva Gómez-Fontecha
Directors & Marketing Assistant en Broadway Malyan