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Sandra Pina: «Tenemos que preguntarnos cómo generar impacto positivo en la sociedad»

Ciudad Sostenible entrevista a Sandra Pina, directora de Sustainable Brands Madrid, cuya edición 2019 se celebrará entre los días 17 y 18 de octubre en CentrCentro (Palacio de Cibeles) bajo el enfoque «Moonshots for Humankind. Creating mind-sets to rock the change».

 

En esta edición 2019 de SB todo gira en torno a los Moonshots, el espíritu que genera cambios disruptivos que permiten el avance y la innovación ¿por qué este enfoque?

Este año se cumple el 50 aniversario de la llegada del Hombre a la Luna, un momento no sólo épico, sino también de ruptura para la Humanidad: fuimos capaces de hacer posible un sueño que parecía imposible. Pero más allá de pisar la Luna, lo importante fue el proceso que se generó en torno a este Moonshot: el cambio de mindset. Justamente de esto vamos a hablar en la próxima edición de Sustainble Brands Madrid, del proceso de desaprender y aprender de nuevo, del resultado transformador que tiene embarcarse en un Moonshot que abarca a todos los involucrados en el proceso. 

¿Cómo podemos impulsar este cambio de mentalidad para generar solución a las diferentes crisis globales (económica, ambiental, social, de valores…)?

En la actualidad necesitamos cambiar los paradigmas y la forma de pensar: como personas, creo que nos estamos cuestionando los modelos de éxito que se han dado hasta el momento. En definitiva, plantearnos cuál es la vida que queremos vivir y disfrutar no es sólo una necesidad humana, sino un lujo que nos debemos a nosotros mismos y a los demás. Esto pasa por entender también que nuestra felicidad depende de la felicidad de la persona de al lado y por tanto debemos plantearnos, como ciudadanos y empresas, cómo queremos generar un impacto positivo en la sociedad. Desde las empresas, debemos innovar desde los modelos de negocio, no sólo rediseñando los productos, sino activando el propósito corporativo en la realidad del día a día de nuestros negocios.

Por otra parte, tenemos que dejar de pensar de forma incremental (conseguir menoras de un 5% o 10%), para pensar en forma exponencial (multiplicando x 10 lo que ya funciona). Esto es justamente el Moonshot Thinking: juntar un problema imposible, una solución radical y una tecnología disruptiva. Estamos hablando de innovación pura, de disrupción: llegar hasta el límite de las posibilidades y luchar por conseguir un objetivo que a primera vista parece imposible. Supone pensar de otra manera y generar compromisos en plazos de tiempo establecidos y ambiciosos.  Por otro lado, si queremos generar realmente soluciones, tenemos que trabajar conjuntamente desde empresas, instituciones y también sociedad civil. Sólo desde ahí nos podemos aproximar al cambio sistémico disruptivo.

¿Están las empresas en el camino adecuado para provocar el cambio necesario? ¿Entienden el desarrollo sostenible como una obligación pero también como una oportunidad?

Creo que no podemos generalizar y encontramos aún empresas que están en diferentes momentos y estadíos. Creo que son cada vez más las empresas que empiezan a entender que cuando hablamos de sostenibilidad, estamos hablando de negocio, de transversalidad , de palanca para la innovación y de involucración de diferentes áreas y de negocios. Estamos hablando de convertir propósito en acción, y de incorporar la sostenibilidad como parte indiscutible de la estrategia de negocio. En definitiva, de incorporar en los procesos de toma de decisión del negocio el propósito, de otro modo, ese propósito no será tal. En este sentido, por supuesto que la sostenibilidad genera inmensas oportunidades.

Aquellas empresas que entran en la sostenibilidad desde la “obligación” suelen no “creer” que es un valor diferencial. Incorporan la sostenibilidad no desde la autenticidad, sino desde el deber. Y por eso les resulta difícil ser creíbles. Y hoy, en la sociedad de la trasparencia que vivimos, esto termina viéndose: los consumidores quieren marcas, productos, servicios que sean coherentes, que se alineen a sus valores y les permitan consumir como ya piensan.

¿Qué papel han de jugar las ciudades en esta transformación disruptiva?

Las ciudades son nuestros espacios de convivencia, nuestros espacios de vida. Y no podemos llevar una buena vida si la ciudad no es sostenible: si no tiene espacios verdes, si los niños no pueden tener una buena calidad de vida, si no permite el bienestar de todos sus habitantes… La innovación en las ciudades, en la forma de pensarlas y habitarlas, impulsa nuestra propia transformación. Existen ya experiencias inspiradoras en ciudades de todo el mundo, con personas que han hecho posibles experiencias transformadoras y disruptivas. Las ciudades nos hacían cada vez menos sanos, más obesos y más desiguales… pero esto está empezando a cambiar.

 Aunque no sea plenamente, ¿llegaremos a cumplir los objetivos más importantes de la agenda 2030 de los ODS?

 Personalmente soy optimista y quiero creer que los esfuerzos que desde todos los actores se están haciendo nos pueden llevar a buen puerto. Pero no quiero dejar de insistir en la urgencia, en la necesidad, si queremos llegar, de redoblar los esfuerzos. Hoy estamos ya al borde del precipicio, nuestro planeta está exhausto. No tenemos más tiempo.  Los cambios los necesitamos ya. Todo depende de la velocidad del cambio que seamos capaces de impulsar.

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