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Ciudad de Valencia

Valencia responde desde la sostenibilidad para transformar su oferta turística

Valencia ha asumido el reto de transformar su oferta turística a partir de criterios sostenibles, apostando por la trazabilidad y por una oferta que pone en valor sus espacios urbanos y naturales, en equilibrio con el entorno y los ciudadanos, para aprovechar la filosofía de “ciudad de 15 minutos”.

La Estrategia de Destino Sostenible de Valencia tiene dos pilares fundamentales, la monitorización de los impactos de la actividad y la gestión de las propuestas de mejora de los ODS relacionados con el turismo. Estos pilares permiten no solo planificar la gestión de los recursos desde una perspectiva sostenible, sino también demostrar el compromiso por convertir el turismo en una actividad integrada en los recursos y la dinámica de Valencia, para la sociedad y el sector empresarial local en el modelo de gobernanza colaborativa, y atraer a viajeros que también quieran ser parte activa de esta visión sobre el turismo.

Este plan, que incluye programas y medidas para fomentar el consumo de proximidad y la economía circular, o para aprovechar el entorno para desarrollar proyectos que absorban más emisiones de CO2, está generando diversos reconocimientos desde la industria turística, desde Lonely Planet a prestigiosos eventos como el Tourism Innovation Summit 2020, pasando por rankings internacionales que ponen en valor los logros en materia de calidad de vida en la ciudad.

Evaluación comparativa y certificaciones: de la acción al compromiso

Para visibilizar el compromiso, legitimar los esfuerzos en materia de sostenibilidad y explicar a ciudadanos y viajeros su papel en la construcción de un destino sostenible, Visit València está implementando, en el marco de su Estrategia de Destino Sostenible, dos iniciativas de clase mundial, la certificación de su huella de carbono y el programa de evaluación y certificación internacional.

En colaboración con Global Omnium y la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), Visit València y el Ayuntamiento de la ciudad han auditado las emisiones de gases de efecto invernadero y su efecto en el medio ambiente en diferentes ámbitos, que ha permitido diseñar una hoja de ruta para convertir a Valencia en el primer destino turístico del mundo con un impacto medioambiental cero en 2025, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU asumidas por la ciudad en las áreas de gobernanza, socio-económico, patrimonio, recursos, medio ambiente y clima.

Además, y como parte de su Estrategia de Destino Sostenible, Valencia va a analizar su desempeño social y ambiental como destino a través de prestigiosos programas de evaluación comparativa, como los diseñados por el Global Sustainable Tourism Council o el GDS-Index, que forma parte de la iniciativa Global Destination Sustainability Movement, una plataforma global formada por más de 60 destinos y regiones, que monitoriza y mide la sostenibilidad en los destinos con base en criterios de los ODS.

Valencia, “la mejor ciudad para vivir”

Precisamente, la gestión medio ambiental es uno de los aspectos que más ha pesado en la elección de Valencia como la “mejor ciudad para vivir” según el Expat City Ranking 2020, que analiza 66 grandes capitales del mundo desde el punto de vista de los extranjeros que viven en estas urbes. Para los residentes extranjeros, la calidad de vida urbana, el ocio y el clima junto a la salud y el medio ambiente son los tres aspectos que mejor ponderan entre los encuestados.

No solo los ciudadanos y residentes extranjeros disfrutan de la integración entre el entorno y la vida urbana, también los visitantes y viajeros. Valencia ha hecho una apuesta decidida por ser una ciudad bike-friendly, y en la actualidad cuenta con cerca de 160 kilómetros de carriles bici y 40 ciclocalles, un logro que forma parte de un diseño urbano orientado a convertir la capital del Turia en una “ciudad de 15 minutos”.  Además, el 75% de las calles de la ciudad tienen limitada la velocidad de los vehículos a 30 km/h.

Las dimensiones de la ciudad, los usos sociales y las dinámicas urbanas facilitan este objetivo, que consiste en poner al alcance de los ciudadanos los servicios más importantes en un radio de distancia de un cuarto de hora, lo que fomenta el uso de transportes alternativos y la peatonalización de zonas urbanas, reduce desplazamientos innecesarios y la masificación de espacios, impulsando la actividad económica de cercanía de manera uniforme, siempre conservando su sabor e idiosincrasia locales.

La capital levantina cuenta, además, con dos millones de metros cuadrados de jardines, entre los que destacan el Jardín del Turia, gran pulmón de la ciudad, y los Viveros el Jardín Botánico.  A estos grandes espacios verdes se suman los cerca de 20 kilómetros de playa, todas galardonadas con la Bandera Azul europea. De esta forma, Valencia no ofrece solo una experiencia urbana diversa, sino también múltiples opciones de espacios abiertos conectados con la naturaleza, también a un cuarto de hora de cualquier punto de la ciudad.

En los alrededores, el parque natural de la Albufera no es solo el corazón de la biodiversidad de la región, es también el testimonio de la cultura, la arquitectura y las tradiciones locales vinculadas al arroz, la agricultura y la pesca, en un entorno natural único. Los pinares y playas llenas de dunas de El Saler son un remanso de tranquilidad que invitan a paseos en bicicleta y caminatas entre las arboledas, como los coloridos campos de la huerta valenciana, el granero de la gastronomía valenciana y legado de la tradición agrícola levantina, reflejado en sus barracas, alquerías y sembradíos (Fuente y Foto: Ayuntamiento de Valencia).

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