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proyecto de IDOM en Gambia

Respuestas adaptadas desde el diseño arquitectónico a los efectos de la pandemia de COVID

Como parte de su plan de respuesta a la pandemia de COVID, el gobierno de Gambia ha construido un Laboratorio de Referencia Nacional y un Centro de Tratamiento de Emergencias. El proyecto, diseñado por la empresa española IDOM, responde al clima y condiciones naturales y sociales del lugar. Prioriza la simplicidad y rapidez constructiva utilizando materiales y sistemas disponibles en el país.

El Gobierno de Gambia ha desarrollado un Plan Nacional de Preparación y Respuesta al COVID19. El Plan COVID-19 se centra en la ampliación y el fortalecimiento de todos los aspectos de la preparación y la respuesta, incluida la coordinación, la vigilancia, la gestión de casos, la comunicación y la movilización social, psicosocial, así como la logística y la seguridad.

Se ha priorizado el desarrollo de un Laboratorio de Referencia Nacional y un Centro de Tratamiento de Emergencias, con capacidad para 84 camas de observación y 20 de aislados críticos. La construcción y el diseño están financiadas por el Banco Mundial. IDOM ha sido el responsable del diseño del proyecto, que ha sido realizado en un plazo muy exigente.

 

 

El proyecto está ubicado en una zona denominada Farato Farms y es el primer proyecto de un futuro desarrollo hospitalario y académico. Con una superficie construida total de cerca de 9.730 m², el complejo sanitario incluye cuatro centros; Centro de Observación, Centro de Tratamiento de pacientes críticos, Laboratorio de Referencia Nacional y Centro de Formación.  Están repartidos en diferentes edificios compartiendo servicios generales como mantenimiento, limpieza, lavandería, esterilización e instalaciones técnicas comunes.

El proyecto responde al clima y condiciones naturales y sociales del lugar.  Prioriza la simplicidad y rapidez constructiva utilizando materiales y sistemas disponibles en el país. El diseño considera diversas estrategias bioclimáticas para lograr al mismo tiempo eficiencia energética y confort para los usuarios. Las medidas pasivas estudiadas consisten en la protección solar de huecos, fachadas y cubiertas, el estudio cuidados de iluminación natural, y la potenciación de la ventilación natural a través de chimeneas solares que aseguran un incremento importante de renovaciones de aire por hora, fundamental en edificios para el tratamiento de enfermedades infecciosas como el COVID.  También se ha buscado un entorno natural agradable que favorezca la recuperación de los pacientes a través de patios interiores y un gran espacio central con vegetación local y que contribuyen a maximizar el uso de luz natural (Fuente: IDOM).

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