Dado que se prevé que aproximadamente el 80% de la población europea vivirá en ciudades en 2050, el manifiesto subraya la necesidad de aprovechar el potencial de los centros urbanos para abordar los desafíos más apremiantes de Europa, y el papel fundamental que desempeñarán la política y la gobernanza urbanas en el futuro de la UE. dirección.
El manifiesto describe cinco líneas de acción clave que ocupan un lugar destacado en las agendas de los alcaldes para reinventar y fortalecer Europa:
- Una agenda social que beneficie a las personas: las ciudades europeas quieren ver un Pilar Europeo de Derechos Sociales mejorado que se ajuste al contexto actual de crisis agravadas, que garantice viviendas asequibles y sociales, invierta en empleos y capacidades para la transformación verde y digital, y promueva salud pública e inclusión de grupos vulnerables.
- Una fuerte ambición de Pacto Verde: el manifiesto exige apoyo para que las ciudades implementen medidas sostenibles para el transporte, edificios energéticamente eficientes, economía circular, sistemas alimentarios sostenibles y adopción de energías renovables. Pide un objetivo climático ambicioso de al menos una reducción neta del 90% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040.
- Una agenda digital para los derechos, la inclusión y el clima: las ciudades exigen un marco integral para defender los derechos humanos fundamentales en línea, abordar la brecha digital y alinear el desarrollo tecnológico con los objetivos de neutralidad climática.
- Una Europa local con capacidad de acción: los gobiernos locales insisten en que invertir en su capacidad técnica y administrativa es vital para la transformación y la resiliencia de la sociedad. Esto incluye un acceso más directo a la financiación de la UE y la redefinición de las normas presupuestarias para incentivar las inversiones públicas locales.
- Una estrategia europea coherente para las políticas urbanas: el nuevo manifiesto pide un diálogo regular y directo entre la UE y los líderes de las ciudades y el nombramiento de un Enviado Urbano dentro de la Comisión Europea para coordinar todas las políticas e iniciativas de la UE para las ciudades.
El manifiesto sostiene que las ciudades están en una posición única para abordar los principales desafíos que Europa enfrentará en los próximos años debido a su estrecha conexión con los ciudadanos y su capacidad para implementar cambios rápidos.
Para las ciudades europeas, empoderar a los líderes urbanos no es una cuestión de enfrentarlos a sus homólogos rurales. El manifiesto subraya el hecho de que unas ciudades más fuertes pueden beneficiar tanto a los residentes urbanos como a aquellos de las zonas periurbanas y rurales con quienes están desarrollando cada vez más alianzas estratégicas.
Uno de los puntos clave del manifiesto es el énfasis en el papel de los líderes y administraciones de las ciudades a la hora de satisfacer las necesidades de la ciudadanía, de la que tienen “una comprensión única”, debido a su proximidad a aquellos a quienes gobiernan y su trabajo diario para “abordar los problemas locales”. desafíos y brindar servicios básicos esenciales para la calidad de vida”.
El manifiesto se posiciona como un antídoto a los desafíos diarios que enfrentan muchas personas, incluyendo vivienda asequible, empleo, costos de energía y acceso a alimentos saludables, todos los cuales se han visto exacerbados por crisis recientes y en curso, como el costo de crisis vivida, cambio climático y tensiones geopolíticas.
Las ciudades han demostrado desde hace mucho tiempo su capacidad para actuar en el contexto de los desafíos globales. Por ejemplo, para hacer frente a la crisis de la vivienda, Bonn ha presentado un plan para erradicar la falta de vivienda de aquí a 2030, abordando la exclusión social y la inseguridad habitacional. El innovador programa ‘La escuela como arena’ de Gotemburgo adopta un enfoque único y eficaz para la educación y la inclusión social, especialmente para los niños de comunidades vulnerables.
La acción local ha sido parte integral de la lucha contra el cambio climático, adoptando a menudo un enfoque integrado con un efecto dominó positivo. Glasgow está integrando la sostenibilidad y la inclusión en su sector cultural , lo que refleja un compromiso con una Unión Europea progresista e inclusiva. En Uppsala, el enfoque en las prácticas de construcción sostenible aborda las preocupaciones ambientales, la vivienda social y la creación de empleos verdes.
Las ciudades también se han unido en sus esfuerzos a través de la red Eurocities para responder a la actual guerra rusa en Ucrania con apoyo directo a través de #GeneratorsOfHope y colaboración a largo plazo para la reconstrucción sostenible de las ciudades de Ucrania. Y todo esto se produjo inmediatamente después de Acción extraordinaria del gobierno local para hacer frente a la pandemia de Covid-19 (Fuente: Eurocities. Texto original: Antonio Colclough).